El 4 de febrero de 1912, se fundó el Asilo para Tuberculosos, en los terrenos donados por doña Juana Ross de Edwards, que dio inicio a lo que hoy se conoce como el Hospital Juana Ross de Peñablanca.  111 años han pasado de aquel importante hito que cambió la atención en salud en la comuna de Villa Alemana, brindando una infraestructura que hasta el día de hoy permanece vigente, ampliándose con el tiempo, a nuevas prestaciones de salud para la comunidad.

Con el fin de conmemorar un nuevo aniversario, se realizó una ceremonia y recorrido en el que participaron funcionarios y funcionarias del establecimiento caracterizados como enfermeros, religiosas de la época, que formaron parte del origen de este centro asistencial. Así lo señaló el Director del centro asistencial de la comuna de Villa Alemana, Cristian Gálvez.

“Esta iniciativa la hemos desarrollado en años anteriores, pero considerando hoy en día las condiciones sanitarias que tenemos, sobre todo de la pandemia, se permite retomar y rescatar el valor patrimonial. Hay aún un conjunto de materiales de estructuras, que nos permiten recordar la historia, que nos permite recordar el aporte que ha realizado este Hospital, esta institución, y sobre todo las personas que han trabajado y que estamos hoy día trabajando en este lugar, y por lo tanto nos parece importante y relevante recordar a esos trabajadores y trabajadoras que desde un origen han estado al servicio de la salud”

 La historia la componen sus funcionarios y funcionarias

El Hospital Juana Ross de Peñablanca ha dejado huella en la comunidad funcionaria, así lo explica Rosa Vilches, TENS del centro asistencial, quien llegó apenas terminó sus estudios de enseñanza media a trabajar en el establecimiento. Hoy lleva más de 32 años de servicio: “El Hospital para mí, significa mucho, porque yo aquí he ido evolucionando, como mujer, como mamá. Mis hijos se criaron en el jardín del Hospital y también en mi lugar de trabajo he visto pasar muchas generaciones de profesionales y de alumnos en práctica también”, indicó.

Sensación similar es la que comparte Margarita Pallacán, TENS del Hospital Juana Ross, con más de 37 años de vida funcionaria: " Al Hospital yo lo quiero bastante, porque es donde yo me formé laboralmente y me voy a ir, porque mi vida laboral sólo la voy a efectuar acá. Es un Hospital que ha evolucionado, yo llegué cuando existía lavandería y alimentación sin ninguna máquina moderna, como las que hay ahora”, señaló

Por su parte, María Acuña, TENS y dirigente gremial de la FENATS del Hospital Juana Ross, comentó que “ha sido bonito ver el progreso que ha tenido el Hospital de un tiempo a esta parte. Yo conocí el Hospital de Peñablanca hace 20 ó 25 años atrás, cuando vine a ver a un familiar aquí en Tisiología, y las cosas han cambiado para mejor y es bonito participar en esto”.

 Carla Bustamante, asistente social y dirigente gremial FENPRUSS del Hospital, comentó también que “yo llevo 12 años en el Hospital y la verdad es que ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, ser funcionaria pública, ser parte del Hospital de Peñablanca y haberme formado como profesional aquí y eso, hoy día me lleva, por ejemplo, a que dentro de mis funciones, también sea de dirigente gremial, porque el compromiso que siento con la salud pública y con este Hospital en particular, ha ido creciendo con el tiempo”.